QUIENES SOMOS

La cocina de los cursos 

Siempre soy partidaria de contar cómo trabajo, es decir -como en los restaurantes donde la cocina está a la vista- compartir de alguna manera “la cocina” de lo que fue nuestro proyecto y hoy es una realidad. Lo encuentro también necesario en el mundo actual, donde la globalización nos lleva a hilar un poco más fino en la seguridad de una buena elección dada la importancia de la inversión, que no filtra solo lo económico sino, además, la inversión de tiempo, de confianza, de esperanza.

Cuando nos sentamos a proyectar, pensamos antes que nada en lo que nos gustaría recibir si nos ubicábamos en los zapatos del otro. ¡Era tanto! que nos obligó a una primera selección. Eso nos dio pie a rever nuestra formación profesional y qué había detrás de nuestra experiencia para avalar nuestro futuro camino.

Por último, encontrar un eje conductor, que resultó uno solo en el cual se englobaban distintas direcciones.

El eje conductor fue la ética (entendiendo que es universal). De allí partió la seriedad, la responsabilidad, el compromiso con lo que significa brindar talleres y cursos coincidentes en su objetivo: el crecimiento y desarrollo de las personas en distintas facetas.

Al mismo tiempo, pensar en cosas prácticas que ayuden y enseñen a pensar, a relacionar, a sentir, a curiosear, a investigar para que quien tome cada curso y taller sea libre, pueda resolver cuestiones por sí mismo con mínima relación de dependencias.

Entonces, ¿qué pueden tener en común la Programación Neurolingüística o el Reiki con la Creatividad o el Ceremonial? Que nos enseñan a respetarnos y respetar, a vivir estéticamente porque ayuda al espíritu y eso nos hace felices, porque toda persona que haga carne que es un ser espiritual da y recibe plenamente, porque cuando nos entendemos y conocemos por dentro y por fuera, podemos cambiar aquello que ya no es necesario en nuestra vida y, al mismo tiempo, nos permite entender más a quienes nos rodean y aceptarlos o ayudarlos mejor para convivir en mayor armonía y si eso no fuera posible, saber elegir el camino a seguir.

En algunos talleres se aprende, en otros se recuerda, en otros se crea, en todos se relaciona porque es en ese punto donde nos enriquecemos. Somos un recipiente de incontables maravillas, despertarlas y usarlas en su beneficio y el de todos depende de cada uno. Es un impresionante y fantástico desafío, para nosotras -porque aprendemos también junto a quienes nos acompañan- y para quienes se acercan porque serán caja de resonancia de la buena energía que se llevan para compartirla en su ámbito. Creemos que esa es la manera de ir forjando una vida mejor.

Nos conocimos siendo vecinas, más tarde y en la actualidad nos relacionamos como profesora y alumna, luego hicimos una amistad porque nos dimos cuenta que nos unían ideales por una mejor calidad de vida. Y así comenzamos a pensar que es bueno soñar que un mundo mejor es posible, por su hija, por mis sobrinos, por tantos jóvenes que se están formando con esfuerzo para hacer su vida y también por los adultos que merecen cosas buenas, los que están en actividad y los que ya no trabajan y tienen inquietudes y curiosidad por seguir mejorando porque tienen juventud en el alma.

Así es que unimos nuestra experiencia, nuestra trayectoria profesional y comenzamos a compartir lo que sabemos, aquello que amamos y tuvimos respuestas muy enriquecedoras.

Si usted llegó a esta página y está leyendo nuestro ofrecimiento es porque está buscando algo por diferentes razones y eso ya de por sí, es muy bueno. Quiere decir que su vida está a punto de dar un vuelco, de tener un cambio y eso es sencillamente ¡maravilloso!

Le ofrecemos aprender cosas nuevas, recordar las que ya sabe y no usa, mostrarle que en cada uno de nosotros hay tesoros por descubrir. Desde los buenos modales hasta el conocimiento del mejor funcionamiento del organismo, pasando por la pintura, la imagen, los colores, la música, la energía y más, mucho más. La consigna es curiosear, mimarse, aprender, poner en práctica, facilitar cada día, conocerse, mejorarse y compartir.

 ¡Bienvenidos y gracias por estar!